1985-1990
Prelude J.S. Bach – 1
Prelude J.S. Bach – 2
1987
“A mediados de los ochenta Ray K. Metzker publicó Unknown Territory y dentro de aquel libro una serie que había iniciado a finales de los setenta titulada Pîctus Interruptus.”
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A mediados de los ochenta Ray K. Metzker publicó Unknown Territory y dentro de aquel libro una serie que había iniciado a finales de los setenta titulada Pîctus Interruptus. Discípulo de Aaron Siskind y de Harry Callahan, Metzker venía a ser una suerte de cristalización del espíritu de continuidad, a la vez clásico y experimental, de la fotografía contemporánea norteamericana. Justamente dicha continuidad quedaba interrumpida con Pictus Interruptus.
Aunque no pretendo ponerme aquí a dar clases de historia, no está del todo claro que mi deseo
no pueda ser otro que intentar justificar la existencia de ciertos puntos de vista que actualmente se
han perdido de vista.
A finales de los años cincuenta, por ejemplo, Ralph Eugene Meatyard, con sus imágenes tituladas No-Focus, daba por finiquitado el paradigma de lo fotográfico tal y como la obra de Eugène Atget lo había contribuido a forjar. Lo que no perdemos de vista es que dentro del medio fotográfico han convivido varias tradiciones fotográficas simultáneamente aparte de aquellas dos que han solido pendular entre lo europeo y lo norteamericano y gozar de recíproca y establecida visibilidad. Quizás quien mejor encarnara estas dos tradiciones durante todo el siglo XX fuera André Kertész. Su influencia se prolongó más allá del año de su muerte, ocurrida en 1985, y si todo esto aún nos interesa es porque pertenece ya a la historia.
Han pasado veinticinco años de modo que estamos ya en el siglo XXI y ahora las criaturas de cinco años hacen fotos con sus teléfonos móviles. Yo espero que cuando estas criaturas crezcan no entiendan nada cuando vean estas fotografías. Algo nos supera a todos y quizás por ello confundamos pensar con esperar por ver si un día algún otro piensa en nosotros y ello al menos nos llame la atención.
A mí me la llama.
Todas las fotografías de este libro fueron hechas en 1987. Yo entonces tenía 34 años y llevaba al menos 15 haciendo fotos. Han pasado 25 años y las publico por primera vez consciente de que con ello contribuyo a la confusión general en la que se encuentra sumido siempre el medio fotográfico. El día en que sepamos lo que es la fotografía, dejará de interesarnos.
En 1987 yo no tenía ni idea de todo esto. Simplemente salía a hacer fotos para luego ver qué fotos había hecho. Cuando digo que no tenía ni idea no me refiero a los hechos. Ya sé que cuentan los hechos pero a mí los hechos en principio no me dicen nada. Lo que encuentro interesante es que al fotografiarlos puedan tornarse significativos y así descubrir que en la realidad de lo dado, es decir, en el tiempo y en el espacio, lo que cuenta es lo creado y no lo dado. Tardar 34 años en comprender esto quizás suene excesivo pero es una revelación al menos en lo que a las fotografías que yo hacía entonces se refiere.
La fotografía es un medio histórico de crear historias. Lo demás son sueños de los cuales nos interesa apenas su interpretación. De la fotografía todo lo que ignoramos.
AmándoTE